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23 evidencias contra 2


Ante la falsedad de las notas y haciendo uso del derecho de réplica manifiesto que lo cierto es que en el año 2003, la empresa San Pedro Resources firmó un contrato de explotación minera con el señor Martínez. En el año 2008 comenzaron los incumplimientos por parte de la empresa minera a los pagos y obligaciones del contrato. El señor Martínez envió una carta tratando de arreglar el asunto sin que hubiera respuesta favorable de la empresa.


Posteriormente en el año 2011, el señor Martínez les notificó la terminación del contrato por incumplimiento. La minera fue la primera en demandar al solicitar a un juez la nulidad de la notificación al Sr. Martínez y la poderosa minera perdió ese juicio.


Después, en el año 2014 el señor Martínez demandó el pago de daños y perjuicios a la minera, que durante todo el juicio ha tenido los servicios de 2 grandes firmas de abogados de la capital del país como sus abogados representantes quienes incluso perdieron oportunidades procesales por falta de atención al juicio, en cambio, el Sr . Martínez ha tenido un solo abogado de Torreón durante todo el proceso.


En la fase probatoria, el señor Martínez ofreció 23 documentos, pruebas confesional, testimonial, inspección y periciales en medicina, contabilidad y minería, habiendo desahogado todas sus pruebas. Mientras que la minera únicamente ofreció un documento y una prueba confesional que no se desahogó porque sus abogados no la prepararon. Esa es la causa real por la que en el año 2015 se dictó sentencia a favor del Sr. Martínez.


Tuvieron que pasar muchos años, múltiples apelaciones y amparos para que la sentencia fuera Cosa Juzgada y finalmente, en el año 2021 quedó determinada la cantidad a pagar que incluye los daños y perjuicios que se hubieran recibido en caso de que la mina hubiera trabajado, como se comprometió la empresa en el contrato.


Lo cierto es que la minera no ha pagado nada en 10 años y sigue teniendo la mina en su poder.

Basta ya de mentiras y bajezas de la empresa minera que quiere ensuciar en primer lugar la imagen de la justicia mexicana que le respetó todos sus derechos procesales al ser llamada a juicio y pudo promover todas las apelaciones y amparos que quiso para alargar el asunto y en segundo lugar ahora amenaza con declararse en quiebra cuando fueron condenados a pagar en un juicio donde les respetaron todas sus garantías. Lo cierto es que la arrogancia y prepotencia de la empresa no les dejó ver la gravedad del asunto que fue descuidado, ya que incluso la empresa dejó de combatir algunos recursos legales por la indiferencia de sus abogados. Ahora la empresa se queja de corrupción y pretende manchar la justicia mexicana y pretenden hacerse las víctimas cuando en 10 años sus directores nunca atendieron al Sr. Martínez cuando pedía hablar con ellos.


Vienen a llorar con bajeza lo que no supieron defender con gallardía.

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